lunes, 20 de septiembre de 2010

El castillo de Heidelberg

Otra cosa que nos gusta mucho a los alemanes son los castillos, así que me veo en la obligación de enseñaros el de Heidelberg. Al parecer este no tuvo una excesiva relevancia en sus día de juventud, pero lo que sí es cierto es que hace que la estampa de Heidelberg sea mucho más bucólico-pastoril.

Llegar es bien sencillo, el acceso al Castillo según te dicen está muy cercano, tan sólo a unos 100 metros del final de la calle principal; bueno eso no tendría nada de especial, si no fuera porque se trata de la calle peatonal más larga de Europa (1,6Kms), y por que mi autobús me deja en la otra punta, pero vamos que ya sabéis que me encanta el deporte (lo que no me gusta tanto es esquivargente en una calle de tiendecitas, pero bueno). Pero lo cierto es que hay otra cosa que los alemanes no advertimos al turista distraído y que una vez tras pasas el acceso al a"zona" del castillo:



tienes que andar un tramo largo...


largo....

largo.....

largo y en pendiente...



¿Os he dicho que el tramo a andar era largo?... pues sigue



Como veis, con estas cosas, es natural que el senderismo sea el deporte tradicional en Alemania.


Por lo demás se trata de un castillo de plaza cuadrada que andan restaurando...





En uno de los frontales hay un reloj solar, lo pongo porque a mi padre le gustará verlo

... Con sus jardines


... Con sus estaturas raras

Al loro al gesto raro que hace la estatua con su mano derecha

... y un poco afeminadas


Vamos que es el típico sitio para pasear por las alamedas, por las avenidas, por los bulevares... (os suena). Si no os suena es que no habéis visto uan de las pocas palículas de cine español que merecen la peda "El otro lado de la cama" (pero eso sí, la primero, por que la segunda es una mierda como un zeppelin alemán de grande)


Lo que sí tienen es una antigua farmacia (que como no tiene misterio, no os pongo en fotos), y unas cubas de vino como una casa de grandes, de las que lo siento pero sólo puedo mostraros un poco, ya que el flash era insuficiente:


La cuba gigante (es realmente enorme) del Castillod e Heidelberg


Una figura que hay también en el castillo es la de Perkeo:



También conocido como Pankert Clemens o Giovanni Clementi, al parecer se trata de un bufón muy famoso del siglo XVIII (que yo no soy de la ESO y sé escribir con números romanos), al que se encargó custodiar la enorme cuba de vino del castillo (la segunda que habéis visto), la cual contenía 195.000 litros de caldo. Y como sabemos todos, ya que los alemanes se caracterizan por apreciar el sentido del humor (de los demás porque ellos no tienen), adoptaron a este personaje como la mascota oficiosa de la zona, enlazándola con múltiples canciones y festivales relacionados con el jogorio variado; tal es así que puede versele representado en alguna cervecaría (nosotros las llamaos GastHous o Kneipe):



Según creo, esta figura también "existe" en otros países como Francia o Italia, en fin, ¿En qué país del mundo no gusta beber?. Su apodo proviene de "Perché no?", la frase que dijo cuando le retaron a beberse el barril entero lo cual según cuentan hizo en un solo día (seguro que era español y que la frase comenzaba con un "A que no hay güevos a...". Lo último que hay que decir sobre él es que se desconoce la fecha exacta y el lugar de su muerte, cuya causa, se sospecha, pudo deberse al consumo excesivo de alcohol. Otras leyendas cuentan que la causa de su muerte fue el consumo, por primera vez en su vida, de un vaso de agua.

Y para no variar, unas maravillosas vistas (ya sé que a alguno las vistas que le interesan son las de las rubias, pero no seais guarros puñeta, que esto es cultura... bueno y lo otro, pero hoy no toca). De todas formas no os voy a aburrir más con fotos de vistas de Heidelberg porque ya he puesto muchas.


Tschüss!!

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